sábado, 26 de marzo de 2011

Una pausa

Miles de gracias a todos los que me estáis siguiendo. Espero que lo sigáis haciendo en el futuro porque eso me animará a seguir escribiendo temas que aún tengo pendientes.

Pero me váis a perdonar que me tome un receso porque los ánimos no están para escribir nada. Son temas personales que, supongo que el tiempo irá calmando. Y ese tiempo me permitirá coger fuerzas para seguir con el blog.

Muchas gracias a todos.

miércoles, 23 de marzo de 2011

¿Sí o no?

Sé que esta entrada va a traer cola, y sé que incumplo la promesa de no hablar de política. Pero quería expresar mi opinión sobre lo que está ocurriendo en Libia y mostrar públicamente mi apoyo a una intervención de los países occidentales para frenar algo que se vislumbraba como terrorífico.

No me pongo del lado de un sí a la guerra, porque creo que este caso es muy diferente al ocurrido en Irak. En Libia se está defendiendo un intento de revolución del pueblo que, animados por los resultados de las revueltas de Túnez y Egipto se levanta en defensa de sus libertades y se encuentra con las locuras de un Gadafi que es capaz de facilitar la llegada de cientos de sicarios para destrozar y asesinar a esa población que él mismo dice que lo aman.

¿Que el líder libio está asesinando con las armas que nosotros les hemos vendido? Sí, es cierto. ¿Que los que le están atacando ahora son los que antes se hacían fotos con él? También es cierto. Pero, ¿eso justifica que pueda hacer con su pueblo lo que a él le venga en gana? Rotundamente NO.

La comunidad democrática no podía quedarse de brazos cruzados ante semejante masacre. Era nuestro deber impedir esos cientos de asesinatos por el simple hecho de pedir algo básico para el ser humano como es la libertad.

Es una gran oportunidad para que los pueblos musulmanes caminen hacia la modernidad, algo que se les ha ido negando durante años, sí, lo admito, auspiciados por Occidente, pero eso no significa que se permita la tiranía a cualquier precio.

Quizá lo vemos tan terrorífico porque nosotros sí gozamos de esas libertades que tanto ansía el pueblo libio. Pero quizá, si fuésemos nosotros los tiranizados y los atemorizados por la amenaza constante de muerte si nos movemos no veríamos tan mal que la ONU interviniese para, al menos garantizar nuestro derecho a la protesta.

¿El petróleo? Libia supone tan sólo el 2% de la producción petrolífera, aunque sí es cierto que es una plaza estratégica de gran valor.

Yo, lo único que quisera sería que todo esto no se enquistara en una guerra civil, ni que se prolongase en el tiempo. Pero, ¿qué otra solución habría? ¿El diálogo? ¿Qué diálogo, si Gadafi se ha ocupado de callar todas las bocas a base de asesinatos?

Lo siento, amigo Miguel, se que me vas a poner a caldo, pero lo tengo claro, estoy totalmente a favor de la intervención en Libia.

jueves, 17 de marzo de 2011

Cosas veredes...

Dándole sentido al título de esta sección del blog, pretendía hacer lo mismo que en mi álbum de Facebook "El cajón de los desastres", es decir, poner imágenes de todo aquello que me llamase la atención, pero hoy quiero dedicar este apartado a ciertas cosas que he oído que me dejan tan boquiabierto como muchas de esas fotografías que os he ido mostrando.

Todos conocemos la terrible desgracia que está sufriendo el pueblo japonés. Miles de muertos, miles de desaparecidos, desabastecimiento de agua, luz, comida, miles de familias destrozadas, miles de personas sin hogar... en fin, algo horroroso.

Y, cuando se supone que todo el mundo debemos volcarnos, cada uno en la medida de sus posibilidades en apoyarlos y en tenderles una mano, surgen imbéciles que, como suele pasar, mean fuera del tiesto.

Y lo que más me sorprende es que estos torpes (por llamarlos de una forma educada) son gente preparada. Gente con una supuesta buena educación, gente con buenos estudios, gente con supuestos modales.

Me refiero al Sr. Godall, ex directivo del F.C Barcelona en la era Laporta que ha comparado la tragedia de Japón con la "tragedia de ser español".



Antes de seguir quiero dejar muy claro que en esta entrada dejo de un lado los nacionalismos, sean de uno o de otro lado, entre otras cosas porque son cosas que ni me preocupan. Tengo otros problemas más graves que el de sentirme de una u otra tierra o de abanderar unos u otros colores. Sólo me refiero a este tipo porque es un imbécil de grado mayor, y me da igual si es catalán como si es gallego, o es andaluz o de Moldavia. El que es imbécil es imbécil haya nacido donde haya nacido.

Porque la cosa no acaba aquí. Porque si sólo fuese imbecil, bueno, el pobre ha nacido así, ¿qué le vamos a hacer? Lo que me parece más sangrante es el grado de insensibilidad del que presume.

A este señor (le llamo señor por educación) me gustaría a mi verle sufriendo el terrible horror que están sufriendo todos esos seres humanos que han perdido todo. Pero es muy bonito verlo todo desde la comodidad de su casita de no sé cuantos millones y desde la seguridad de su cuenta corriente calentita.

Pero es que la cosa no acaba aquí, porque, para mayor despropósito escucho a otro tipo del que no recuerdo el nombre, ni me interesa recordarlo diciendo que lo que realmente nos preocupa de todo esto es que España pierde millones de euros provenientes del turismo japonés.

Es para coger a unos cuantos, meterlos en un avión y mandarlos para allá y a ver si, una vez allí tienen cojones de decir lo mismo.

En fin, lo dicho, cosas veredes, amigo Sancho que non crederes.

martes, 15 de marzo de 2011

Agradecimientos

Como podréis observar, ha habido cambios en el diseño del blog. No es gran cosa, pero tenía ganas de darle otro aspecto a la cabecera que me parecía muy triste sólo con la foto de la sombra.

Así que le encargué el diseño de dicha cabecera a mi amigo Manu, un tío estupendo al que conocí por Internet de forma un tanto accidental hace ya... joder, Manu, ya han pasado 12 años!!! y al que tuve el tremendo placer de conocer personalmente, tanto a él como a su maravillosa familia en mi viaje a México en noviembre de 2002. Porque, claro, no lo he dicho, Manu es mexicano, pero fijaros si es un tipo inteligente que, viviendo en la capital, en México D.F se trasladó a vivir al sur, a Xalapa, al lugar de nacimiento de su esposa Greetel porque consideraban que el D.F no era un lugar idóneo para educar a sus hijos.

Y es cierto. Yo he estado en ese lugar y es la ciudad del caos, del smog y de todos es sabido el nivel de violencia que existe en esa inmensísima ciudad.

No conozco su nuevo hogar, Xalapa, pero cualquier otro sitio diferente a México D.F es bueno, os lo aseguro.

Así que, aprovechando la amistad que me une a Manu y, aprovechando que él es diseñador gráfico con muchos años de experiencia, le pedí el favor de encargarse del diseño de la cabecera, pero sin prisas, cuando su trabajo se lo permitiera. Y, como suele hacer siempre, no me hizo esperar. Enseguida me envió varias propuestas y, tras exponerle mis ideas tomando como referencia las suyas, me envió la que podéis ver, que he dejado como definitiva.

Y éste es además parte del espíritu de este blog. No sólo acepto, sino que me encantaría que los que me leéis me aportárais vuestras ideas o, incluso escritos ya terminados para que, entre todos podamos completar este pequeño cajón desastre.

Millones de gracias, Manu, un abrazo enorme.

domingo, 13 de marzo de 2011

Sonrían, por favor

No quería dejar pasar la oportunidad de hablar los argentinos Les Luthiers, estos genios del buen humor, del humor con clase, con inteligencia y sin caer en lo soez.




He tenido la oportunidad de verlos en vivo varias veces y os puedo decir que es de lo mejorcito que he visto sobre un escenario. Son grandes músicos, multiinstrumentistas y con una vastísima cultura musical que dejan ver en cada uno de sus espectáculos.


Hacen gala del nombre del grupo con la fabricación de diferentes instrumentos elaborados con elementos cotidianos como una lata de jamón, mobiliario de cualquiera de nuestros cuartos de baño o maquinarias de agua que hacen funcionar un improvisado teclado.



Desafinaducha, yerbomatófono, dactilófono, tubófono, manguelódica pneumática, alt pipe a vara, guitarra dulce, lirodoro o mandocleta son nombre de algunos de estos instrumentos que aumentan aún más lo absurdo de muchas de sus situaciones utilizando siempre un humor elegante y limpio.

El grupo, creado por Gerardo Masana (1937-1973) en los años 60 ha evolucionado con entradas y salidas de miembros hasta llegar a hoy con cinco integrantes: Jorge Maronna, Carlos López Puccio, Carlos Núñez Cortés, Ernesto Acher y Daniel Rabinovich.

En youtube podéis ver infinidad de momentos de sus espectáculos, y yo he elegido este en concreto porque, además de ser significativo del sentido del humor de Les Luthiers, en este fragmento están todos los componentes sobre el escenario, con la única ausencia de Johann Sebastian Mastropiero, imaginario autor de muchas de las obras del grupo y sexto elemento, aunque sólo exista en la imaginación de los cómicos argentinos.

Disfrutadlo.



viernes, 11 de marzo de 2011

Recuerdos

No tenía pensado escribir nada hoy, pero me he decidido a hacerlo a raiz de un post de mi amiga Francisca en Facebook sobre la percepción de olores de forma repentina.

"A veces me llegan olores de perfumes que no están, por ejemplo a sándalo. ¿os ha pasado alguna vez?"

Le he contestado que a mi, a veces se me vienen olores, golpes de viento que de repente me transportan a tiempos pasados, sobre todo de la niñez. Pero son instantes cortos, de apenas medio segundo. Son percepciones agradables que, a veces me hacen dudar de si el pasado fue mejor.

Trato de ser positivo y pensar que no, que lo mejor está por venir, porque la experiencia de momentos vividos quizá puedan hacerme saborear los momentos futuros de una forma más intensa.

Sin embargo, a veces me gusta calmar la prisa de mi vida, de la vida de cualquiera de nosotros en la que no tenemos tiempo para uno mismo y me gusta ponerme música de las que hace años que no escucho buscando esos olores, esos golpes de viento que me hagan disfrutar de nuevo de esas sensaciones que me hicieron feliz en otros momentos.

Hace unas semanas, de nuevo escuchando la radio citaron una frase que me pareció muy buena y, de hecho se la envie por sms a mi pareja inmediatamente después de escucharla. La frase decía: "Tanto tiempo le di al tiempo que, con la espera del tiempo no tuve tiempo para mi".

La verdad es que no tengo ni idea de quién es el autor/a de la cita, pero me encantó y, al tiempo me dió rabia pensar ¿por qué no se me ocurren a mi esas frases?

Pero es cierto, no tenemos tiempo para nosotros. Un momento al día que debería ser obligatorio por ley en el que podamos tomar aire y esbozar en la cara una sonrisa de gilipollas rememorando tiempos pasados, músicas pasadas, sensaciones pasadas y olores concretos asociados a momentos especiales.

Porque, por muy dura que haya sido la vida de cualquiera de nosotros, en algún momento hemos sido felices. Pequeños instantes en los que una ocurrencia de alguien, una buena película, una gran canción o cualquier otra cosa haya provocado en nosotros un sentimiento especial que perdura en el tiempo.

Soy nostálgico por naturaleza, me viene de familia y, muchas veces me planteo si eso es bueno o no, por lo mismo que he dicho antes: porque el pasado, pasado está y siempre hay que pensar que quedan muchos momentos felices por venir. Pero con el tiempo me he dado cuenta de que la nostalgia no es mala. No es malo mirar atrás y volver a sentir esos pequeños momentos de felicidad porque de esa forma volvemos a ser felices.

Así que seguiré escuchando mi vieja música cada vez que me apetezca rememorar situaciones pasadas, y seguiré viendo esas fotos que he visto cientos de veces con la esperanza de sentirme por un instante de nuevo en ese lugar y en ese momento para seguir recibiendo esos olores de los que hablaba mi amiga Francisca, esos golpes de viento que me lleven a momentos de ayer.

jueves, 10 de marzo de 2011

Tarde de radio

Esta semana me ha tocado trabajar a turno partido, lo cual siempre es más cansado que hacerlo de un tirón. Pero ya que tenía que estar, he tratado de hacerlo lo más ameno posible y, para ello me he enganchado a la radio, a retomar el placer de escuchar lo que otros nos cuentan.

Y he puesto la Cadena Ser, concretamente el programa "La Ventana", que ya escuchaba hace 20 años, en mi época universitaria cuando aún no teníamos Internet y yo consumía horas y horas de radio.

Estaban en una tertulia la escritora Rosa Regàs y un grupo de chicos en torno a los 25-30 años. Hablaban de la vejez y, más concretamente de la relación que tienen nuestros mayores con el tema de la muerte.



Me ha llamado muchísimo la atención las dos posturas totalmente opuestas ante este fenómeno que tenía los jóvenes y Rosa Regàs. La escritora hablaba de la muerte con tal naturalidad que los jóvenes no terminaban de asimilarlo.

Pero lo que mas me ha sorprendido es que yo, con 40 años estaba más del lado de la escritora que de los jóvenes. No es que diga que con mi edad vea la muerte como algo que simplemente es y está, pero sí admito que, no sé si por la experiencia del fallecimiento de mis padres o por qué, veo la muerte como algo natural y sólo temo la forma de morir, no la muerte en sí.

Es cierto que el miedo real está en lo desconocido, pero a todo se acostumbra uno, y haber vivido ya la desaparición de varios miembros de mi familia hace que mi postura sea más fría, o más natural, como prefiráis llamarlo.

Recuerdo que, cuando murió mi madre me sorprendió muchísimo ver que en la calle todo seguía igual. No pretendo que el mundo se hubiese parado a mi alrededor, es absurdo, pero yo estaba en una burbuja donde todo era muy increíble, y todo pasaba a cámara lenta...sin embargo el mundo no se detenía. La gente por la calle seguía con sus prisas, los conductores se desesperaban en los atascos, los camareros servían desayunos a toda velocidad... y yo estaba ahí, parado, bloqueado.

Sin embargo, cuando murió mi padre todo fue más natural. Ya tenía asumido que todo allí fuera iba a seguir como siempre, importándole un carajo a todo el mundo que yo estuviese hundido.

Quizá la verdadera diferencia estuvo en que mi madre murió de una forma repentina e inesperada y a mi padre lo vimos consumirse día a día.

Pero, en conclusión, ambas experiencias me hicieron aceptar la muerte y temer sólo de qué forma llegaría, porque el día que este sevidor estire la pata, ahí fuera seguirá todo como siempre, con prisas, con atascos y con desayunos servidos a toda velocidad.

lunes, 7 de marzo de 2011

A veces me pregunto...

Trabajo cada día rodeado de coches. Coches grandes, coches pequeños, de diferentes colores, de diferente antigüedad, coches más limpios, coches menos limpios, coches cuya diferencia con un vertedero de basura es mínima, etc.

Y en todo este tiempo trabjando en este sector he podido observar algo que me trae de cabeza, porque no logro entenderlo.

Mi pregunta es: ¿por qué los turismos grandes, por lo general no tienen limpiaparabrisas trasero?

Para muestra, un botón


De verdad que es algo que no termino de entender, porque se da el caso de que yo soy usuario de uno de estos coches (conduzco un Seat Toledo) y me revienta que, cuando llueve no veo una mierda por el cristal trasero.

¿A qué maléfico plan pertenece esto? ¿Es que se supone que a los conductores de coches de 5 puertas (otra cosa que no entiendo, son 4 puertas o, en todo caso 6 contando maletero y capó del motor) nos da igual que en caso de lluvia el parabrisas trasero esté lleno de gotas que nos impida ver?

Porque, además, si seguimos observando, no todos los coches grandes carecen de limpiaparabrisas trasero, porque si miramos un poco a nuestro alrededor resulta que los todoterrenos, los monovolúmenes y grandes furgonetas sí que los tienen.

Otra prueba


Lo de los todoterrenos lo puedo entender, porque se supone que, al poder circular por zonas de campo y suelos embarrados, el limpiaparabrisas trasero es de gran ayuda para la visibilidad, sin tener en cuenta que son pocos los que utilizan este tipo de vehículo para esta función.

Pero, ¿lo de los monovolúmenes? ¿Qué diferencia hay con un turismo si el uso de ambos es el mismo?

En fin, si alguno de vosotros tiene alguna respuesta, por favor que me la de, porque de verdad que no lo entiendo.

viernes, 4 de marzo de 2011

Se han perdido las buenas maneras

Ayer fuimos mi pareja y yo a hacer una compra para llenar una nevera que ya daba gritos de auxilio. Una compra normal, la de cualquier familia que se alimenta lo mejor que puede con el sueldo que gana.

Hasta ahí todo normal. Sin embargo, esta mañana, al desayunar me entretengo leyendo una bolsa de patatas para preparar en el microondas y, al leer las instrucciones de cocinado me encuentro con la sorpresa de que ¡las patatas me están tuteando!

La prueba la tenéis en la foto que os dejo aquí. Y podréis pensar, en el mejor de los casos, que exagero, aunque más bien creo que la mayoría pensaréis que estoy mal de la olla o que estoy demasiado aburrido.





Pero os hablo en serio. Soy fruto de la educación que recibí de mis padres y, en esa educación me insistieron en que a un desconocido, y más si es un cliente (y yo soy cliente de esas patatas) no se le tutea, sino que se le habla de usted.

Igual que pienso que el sistema educativo de este país empezó a irse al carajo en el momento en el que Don Francisco pasó a ser Paco y, cuando el profesor pasó de ser "ese cabrón que me tiene amargado" a ser "el colega que es muy colega, pero cuando me confío me la clava". Eso sí, queda muy guay llamarle de tú.

Lo siento, podré parecer un carca, o un pijo (fresa para mis lectores mexicanos), pero soy de los que cree firmemente en que hay ciertas formas que siempre se deben guardar y, lo siento, pero no tolero que unas patatas desconocidas me tuteen.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Reacciones

Aún no ha pasado una semana desde la apertura de este blog y ya he recibido reacciones de mi querido y respetado público respecto al contenido que he ido poniendo.

En general la respuesta ha sido buena, sois bastante generosos con este humilde redactor cuya única pretensión es la de escribir cosas porque sí, por el simple placer de compartirlas y contarlas. Y dar cabida en este pequeño espacio que he hecho mío a todo aquel que quiera colaborar con algún contenido que, prometo no tendrá ningún tipo de censura.

Uno pasa por diferentes experiencias en su vida de las que va aprendiendo y va tomando nota para ir madurando y poder decir aquello de "más sabe el diablo por viejo que por diablo" y, los que me conocéis sabéis que en los últimos años he tenido experiencias, cuanto menos de gran calado, por no decir muy desagradables. El fallecimiento de mis padres en un intervalo de tiempo de tan sólo un año y un día (una condena), mis pretensiones de convertirme en hombre antorcha que dieron como resultado dos meses a pensión completa en el hospital y, por si fuera poco, ahora una de mis hermanas está pasando por un mal momento de salud del que estoy seguro que saldrá bien porque, además de estar muy bien rodeada de buena gente, estamos nosotros, su familia.

¿Por qué cuento ahora todo esto? No lo sé muy bien, pero quizá es por desahogo y por explicar el verdadero motivo de este blog. Es posible que sea una forma de querer perpetuar pensamientos, gustos y recuerdos en un ejercicio de melancolía y en esa odiosa manía que tenemos algunos de mirar hacia atrás cuando lo realmente interesante es lo que tenemos delante y está por venir. Por eso este blog se convertirá en un futuro y, con el tiempo en un testimonio personal de lo que pensaba o hacía hace algunos años.

En definitiva, me quedo con la reacción de mi hermana mayor al conocer que yo estaba escribiendo un blog:

- (Cara entre asco y asombro) "¿¿¿Que tú estás escribiendo un blog??? ¿¿¿Y para qué quieres escribir tú un blog??? Que lo escriba Belén Esteban, vale, pero ¿¿¿tú??? ¿¿¿para qué???

Aún se escuchan las carcajadas mía y de mi pareja al escuchar semejante reacción. Porque no nos engañemos, la Esteban tiene muchos más crédito que yo para escribir lo que se le ocurra, que para eso es la Princesa del Pueblo (manda cojones).