viernes, 26 de agosto de 2011

Para tontos

Mi amiga Asun, en una de nuestras interminables conversaciones telefónicas me leyó ayer la moraleja de una fábula que le habían enviado que me hizo reir. Fue una risa en la que se mezclaba el humor y la ironía por lo que dicha moraleja decía, y le pedí que, por favor me enviara el texto completo.

Una vez recibido, me acordé de cuando nuestros padres nos decían que en la vida más vale pasar por tonto que por listo, algo que no lograba entender hasta que la vida me puso en situaciones en las que la estrategia del tonto me valió para salir airoso de situaciones complicadas.

Porque, en efecto, aquel tipo que me preguntaba tanto debió pensar de mi que yo era un estúpido irremediable. Pero lo que no sabía es que mientras más estupido era yo, más lo era él por caer en mi estrategia.

Así que aquí os dejo la fábula. Muy recomendable para ser utilizada en ciertos momentos de nuestras vidas:

Se cuenta que en una ciudad del interior, un grupo de personas se divertían con el tonto del pueblo, un pobre infeliz de poca inteligencia, que vivía haciendo pequeños recados y recibiendo limosnas. 
  
Diariamente, algunos hombres llamaban al tonto al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 50 centimos y otra de menor tamaño, pero de un euro. Él siempre tomaba  la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos.  
 
Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente hombre, lo llamó aparte y le preguntó si todavía no había  percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos y éste le respondió: 
- Lo sé señor,  vale la mitad, pero el día que escoja la otra, el juego se acaba y no voy a ganar más mi moneda. 
Moraleja: 
'El verdadero hombre inteligente es el que aparenta ser tonto delante de un tonto que aparenta ser inteligente'.

Dedicado a aquellos que entre el 2003 y el 2005 pensaban que me estaban hundiendo. Hoy puedo ir con la cabeza bien alta. Ellos, no.