lunes, 25 de julio de 2011

Comenzamos la lista.

Lo prometido es deuda, y aquí estoy el lunes empezando este proyecto que aún no tengo ni idea de cómo desarrollar, por lo que he decidido dejarme llevar y hacerlo según me vaya apeteciendo. Eso sí, vuelvo con otro diseño de blog porque el anterior no me terminaba de gustar y es tanto el aburrimiento que llevo encima que decidí darle otro aire, aunque no sé si será el diseño definitivo porque, aunque me gusta más que el antiguo, no me termina de convencer.

Para la lista de canciones voy a tener en cuenta la idea de mi amigo Ale, que me sugirió proponer una canción por día. No me parece mala idea, lo que pasa es que dándole vueltas al tema sé que no será sólo una diaria, porque cuando empiece a escribir sobre una canción en particular estoy seguro de que esa me llevará a otras.

En fin, que no tengo ni repajolera idea de cómo saldrá esto, pero salir, saldrá seguro.

Tenía ya en mente cual sería la primera canción en comentar y proponer, pero los acontecimientos me han hecho cambiar esa idea inicial y me siento en la obligación de escribir hoy sobre una artista que tenía pensado incluir en mi lista, pero más adelante. Y esa no es otra que la autodestructiva Amy Winehouse.

Su muerte no ha sido una noticia que haya pillado a nadie por sorpresa. Tanto es así que su propia madre así lo ha dicho a la prensa, que su muerte era cuestión de tiempo.

Una pena, porque las veces que esta chica estaba bien, pocas veces, sobre todo en los últimos años,era una maravilla oirla cantar un soul puro, con una voz muy particular, muy propia de este estilo que a un servidor le encanta.



Se une a un "selecto" club de jóvenes músicos de vida corta pero intensa: el club de los 27. El club de los fallecidos con esa edad, como fueron Brian Jones, guitarra de los Stones (ahogado en una piscina), Kurt Cobain por suicidio, Janis Joplin por sobredósis de heroína, Jimi Hendrix ahogado en su propio vómito (al menos éste murió alimentado) o Jim Morrison por supuesto fallo cardiaco súbito.

¿Pacto con el diablo? Bueno, eso se dice, aunque más bien creo que se dice para alimentar aún más la leyenda rebelde de estos músicos. A no ser que pacto con el diablo y vida de excesos sean dos conceptos que signifiquen lo mismo.

Heredera del soul más clásico de finales de los 50, de figuras de la talla de Sam Cooke, Marvin Gaye, Otis Redding, o del blues de Billie Holiday tan influyentes en la escena musical británica, nos brindó una obra de arte en forma de disco con "Back to black", su segundo trabajo de estudio. Y éramos muchos los que esperábamos nuevo material aunque conscientes de que eso sería muy difícil viendo el camino que estaba tomando la cantante londinense.

Una pena, porque de nuevo el descontrol de la fama nos deja sin un verdadero valor musical.

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